Los apasionados de este deporte no se conforman con pasear por los alrededores de su lugar de residencia, a la mayoría les gusta descubrir nuevos parajes. Llevar la bicicleta “a cuestas” se ha convertido en algo habitual y cómodo. Los soportes para transportarlas en el vehículo ofrecen una gran seguridad y fiabilidad.

Transportar la bicicleta en el vehículo se ha de tomar en serio, de esta manera no se comprometerá la seguridad de sus ocupantes y del resto de conductores.

La Dirección General de Tráfico (DGT) insiste que la placa de matrícula y los pilotos traseros tienen que estar perfectamente visibles. Además, las bicicletas deben de ser sujetadas de forma firme y segura, sin que sobresalgan lateralmente del vehículo. Asimismo, en el caso de que sobresalgan por la parte trasera, será obligatorio colocar la señal V-20 (de franjas blancas y rojas) para así bien advertir al resto de conductores de nuestra posición.

Los portabicicletas traseros son los más demandados, por lo que en este caso es imprescindible que tengan bola de remolque con toma de corriente para poder instalarlo.

Destaca por su resistencia y escaso peso. Posee luces autoajustables que cubren el ancho del vehículo y, por último, un portamatrículas universal.

Otra opción es transportar las bicicletas en el techo. Para poder utilizarlo, el vehículo debe estar equipado con barras en el techo, las comúnmente llamadas “bacas”.